La fotocoagulación con láser de retina es un procedimiento médico que utiliza un láser de alta energía para aplicar puntos de calor controlados en la retina, la capa sensible de tejido situada en la parte posterior del ojo responsable de la visión. Esta técnica se emplea para tratar diversas afecciones oculares que afectan la retina, como la retinopatía diabética, los agujeros o desgarros retinianos, el edema macular o los vasos sanguíneos anormales.
El procedimiento se realiza de forma ambulatoria, generalmente en el consultorio del oftalmólogo. El paciente se sienta frente a un aparato de láser mientras el especialista dirige un haz de luz de alta intensidad hacia la retina. La luz láser es absorbida por los tejidos retinianos, generando calor y creando pequeños puntos de coagulación controlados.
¿Cuáles son los objetivos de la fotocoagulación con láser?
Los puntos de coagulación creados por el láser tienen varios objetivos terapéuticos importantes:
- Cerrar vasos sanguíneos anormales: En la retinopatía diabética proliferativa, se forman nuevos vasos sanguíneos frágiles y propensos a la hemorragia. La fotocoagulación con láser ayuda a prevenir o frenar estas hemorragias.
- Crear adherencias tisulares: En casos de agujeros o desgarros retinianos, se sellan las rupturas para evitar el desprendimiento de retina.
- Reducir el edema macular: El edema macular es una acumulación de líquido en la zona central de la retina que afecta la visión. El láser se utiliza para «sellar» los vasos sanguíneos filtrantes o las zonas dañadas de la retina para reducir la hinchazón.