Este tejido es rico en factores antiinflamatorios, regenerativos y cicatrizantes, lo que lo hace útil en diversas aplicaciones oftalmológicas.

Principalmente, el trasplante de membrana amniótica se utiliza como injerto o recubrimiento en casos de lesiones corneales. El tejido amniótico puede ayudar a promover la curación de las lesiones, reducir la inflamación y mejorar la superficie de la córnea. Esto puede ser especialmente beneficioso en casos de ojo seco, úlceras corneales, defectos del epitelio corneal u otras afecciones que afectan la córnea.

Además, el trasplante de membrana amniótica también puede utilizarse para reconstruir alteraciones conjuntivales, que son problemas que afectan la capa de tejido que recubre la parte anterior del ojo.

La cirugía de trasplante de membrana amniótica se realiza como una intervención ambulatoria, es decir, sin necesidad de ingreso hospitalario, y se puede realizar bajo anestesia local. Durante el procedimiento, el fragmento de la membrana amniótica se coloca en la zona afectada del ojo y se fija con suturas u otras técnicas.

Después de la cirugía, es probable que se prescriban colirios o medicamentos para el control de la inflamación y la cicatrización adecuada. Es importante seguir las instrucciones postoperatorias proporcionadas y las visitas de seguimiento programadas para evaluar el progreso y el éxito del trasplante.